AMI, EL NIÑO DE LAS ESTRELLAS RESUMEN CAPÍTULO TERCERO

(No te pre-ocupes)

Ami ledijo: 'No te pre-ocupes'

Ami le habló a Pedrito de las características del planeta Sirio. En cambio éste, conforme el otro hablaba, iba imaginado más bien un tipo de viajes a una tremenda velocidad. Sin embargo, Ami, leyendo la mente de su amigo, aclaró que ellos, sencillamente, no viajaban sino se situaban, es decir, aparecían en cualquier lugar (esto tenía que ver con la contracción y curvatura del espacio-tiempo).

Como ya era tarde, Mientras Ami contemplaba cómo las olas traían arena a la playa, Pedrito se sentía preocupado por su abuelita. Entonces Ami intervino diciéndole
que no debía pre-ocuparse sino ocuparse. Pre-ocuparse no era sino imaginar problemas que no han ocurrido aún, ni han de ocurrir. De los problemas hay que ocuparse cuando ocurren, enseñaba.

Sin embargo, para complacer al amigo terrícola, decidieron echar un vistazo a la casa de Pedrito a través de un televisor. Vieron que la anciana dormía como un niño. Luego verificaron, en el comedor, la comida de Pedrito. Era carne, patatas fritas y ensalada de tomates. Tales investigaciones fueron realmente sorprendentes para el terrícola.

Luego a Pedrito le surgió la cuestión de que si algún día, en la tierra, se llegara a fabricar una máquina tan maravillosa. Pero Amí se limitó a explicar que, por fortuna, nadie conocía el futuro pues, si alguien conociera, la vida no tendría sentido. Solo se podía calcular posibilidades. Entonces, el terrícola, viendo que su amigo hablaba de cosas importantes para la vida humana, propuso que -Ami y compañía- serían los perfectos salvadores de la tierra que sufre las guerras, la contaminación, las bombas… Pero el extraterrestre negó tal posibilidad, primero: porque habría miles de paros cardiacos en la tierra, segundo: porque sus habitantes supondrían planes extraterrestres para exterminarlos, y tercero: porque la gente se soltaría a las armas. Para una posible ayuda a la tierra, según el niño de las estrellas, se necesitaría haber desarrollado un alto nivel de confianza, como la confianza de los niños, pues los niño de la tierra se parecían más a la gente que habitaba en su planeta.

Así, ya que estaban muy cerca del pueblo, comenzaron a recorrer por las calles, tratando de temas diversos, entre ellos, de Dios como un ser infinito, pura inteligencia creadora, puro amor, etc...